Inconformidad de los empleados: ¿cómo lidiar con ella?

La mayoría de nosotros debemos funcionar en un entorno específico a diario. Hablamos aquí de relaciones tanto privadas como, sobre todo, profesionales. En el trabajo, tratamos con personas con personajes diferentes, a menudo muy diferentes.

Un desafío particular en esta área lo enfrentan los empleadores que tienen que ajustar la relación con un subordinado específico de acuerdo con su actitud en la vida. En este contexto, solemos hablar de empleados conformistas e inconformistas. ¿Qué es la inconformidad? En nuestro artículo, analizaremos más de cerca este último concepto.

Inconformidad de los empleados

Cada uno de nosotros tiene un sistema de valores, prioridades y actitudes ligeramente diferente hacia las funciones desempeñadas, compañeros y superiores. Por ello, un elemento clave en el funcionamiento de una determinada empresa es la hábil gestión del potencial humano y, sobre todo, el aprovechamiento de los rasgos de carácter de los empleados individuales en beneficio de la empresa.

¿Cómo hacerlo de forma eficaz? Primero, verifiquemos qué es la no conformidad en el contexto de un empleado.

Inconformismo: ¿qué es?

El inconformismo no es más que una actitud manifestada en la sociedad, que se caracteriza por el pensamiento independiente, el rechazo de las opiniones de la mayoría del grupo y un intento de persuadir a otros para que desarrollen una posición diferente. Es un concepto utilizado principalmente en psicología y, como podemos ver, tiene un significado bastante amplio.

Un inconformista no tiene ningún problema en expresar su opinión sobre un tema determinado y discutir con las opiniones de los demás, pero al mismo tiempo no se caracteriza por la posesividad o salirse con la suya a toda costa.

Inconformismo y conformismo: características y diferencias

Lo opuesto al inconformismo es el conformismo entendido como la susceptibilidad a la influencia de otras personas, que a menudo resulta en un cambio en el propio comportamiento o creencias.

Un inconformista tiene una alta autoestima, está dispuesto a asumir nuevos retos, asertivo, resistente al estrés y a los factores externos, no le importa la presión del entorno, tiene la capacidad de adaptarse a cualquier situación, y además de forma rápida toma decisiones y asume la plena responsabilidad por ellas.

Por otro lado, un conformista exhibe las características opuestas, es decir, no es muy asertivo, tiene baja autoestima, baja resistencia al estrés y la presión, y también es pasivo, está sujeto a las sugerencias de los demás y es incapaz de defender constructivamente su propia opinión.

Tipos de inconformidad: ¿cómo reconocerla?

Considerando el tema de la inconformidad, se puede concluir que existe una división en dos grupos, lo que también es confirmado por la investigación y la literatura científica. En este nivel, podemos distinguir la inconformidad constructiva, que se manifiesta en el hecho de que una persona determinada, por un lado, se apega a su opinión, pero, por otro lado, permite sugerencias de otras personas y es totalmente flexible y abierta a diferentes puntos de vista.

El segundo tipo es la inconformidad aparente, que se reconoce más fácilmente por el hecho de que esa persona critica todo, incluso cuando los demás tienen razón, y luego no puede justificar sustancialmente su opinión y nunca está de acuerdo con los puntos de vista de otras personas.

Inconformidad de los empleados: ventajas y desventajas

Ciertamente, en toda empresa grande encontraremos empleados que son inconformistas por naturaleza. Muchos empleadores temen inicialmente no poder gestionar a esas personas y se enfrentarán a la resistencia en muchas áreas.

Resulta que una banda bien equilibrada es uno en el que encontramos tanto conformistas como inconformistas, debido a que el choque de ambos grupos permite que la empresa se desarrolle. La ventaja indudable de los inconformistas es que gracias a su forma de ser son sumamente creativos, pueden actuar como líderes e iniciar una lluvia de ideas en la que nacen las mejores ideas.

Por lo tanto, el empleador debe crear condiciones para el empleado en las que pueda tomar el control de la situación, tomar decisiones clave y perseguir los objetivos establecidos. La mayoría de las personas con esta actitud necesitan desafíos constantes y un campo para poner a prueba sus habilidades.

La desventaja de los inconformistas como empleados es que siguen sus propios caminos y no siempre pueden seguir las instrucciones del empleador.

Trabajar con un inconformista, ¿es posible?

Pero, ¿qué pasa con las relaciones de los inconformistas con colegas que tienen diferentes rasgos de carácter? Una gran solución en tales circunstancias es dividir el equipo según predisposiciones y hacer que los dos grupos se complementen.

En tal yuxtaposición, los inconformistas deberían desempeñar el papel de líderes y los conformistas, ejecutores de sus órdenes. La tarea de los primeros será crear, los segundos se convertirán en artesanos que crearán cimientos sólidos, que fortalecerán la empresa, en su trabajo diario en la base.

No es de extrañar, entonces, que en la sociedad actual los inconformistas usualmente asciendan en la escala profesional, eventualmente ocupando puestos gerenciales o dirigiendo su propio negocio.

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